RUIZ, MIGUEL / HERNÁNDEZ GASCÓN, LUZ
La oración es una comunión del ser humano con lo divino. En la oración acallamos todas las voces que nos dicen que hay cosas que no son posibles y abrimos un canal directo hacia nuestra fe. Cuando oramos, utilizamos la voz de los seres humanos, pero nos unimos a la voz de nuestro corazón, de nuestro espíritu, y eso es lo que hace que la oración sea poderosa. Quienes disfrutaron con la lectura de Los Cuatro Acuerdos, Cuaderno de Trabajo y La Maestría del Amor, que presentan un código para alcanzar la felicidad verdadera y aprender a amar sin condiciones, encontrarán en estas oraciones de don Miguel una poderosa ayuda para llenar su vida de gratitud, lealtad y justicia, y alcanzar la verdad y la libertad personal. La oración satisface la necesidad que los seres humanos tenemos de Dios, de la inspiración y de la afirmación de nuestro espíritu. Al orar nos comunicamos con la esencia de todo lo que existe, incluida nuestra propia esencia. Orar es un acto de poder pues es un acuerdo entre lo humano y lo divino e invertimos nuestra fe en ese acuerdo. A través de la fe, alcanzamos el valor para emprender la acción, y a través de la misma, nos acercamos un paso más hacia la manifestación de nuestros deseos. Y cuando creemos en lo que oramos con toda nuestra fe, multiplicamos nuestro intento. El poder de la oración nos conduce al amor, a la verdad y a la libertad personal. El propósito de este libro es el de utilizar el poder de la oración a fin de despertar el amor y la dicha que está en nuestro corazón y de experimentar una comunión con nuestro Creador.
Miguel Ruiz Montañez nació en Málaga en 1962. Actualmente es profesor visitante en varias universidades americanas y, desde hace más de diez años, es profesor asociado en la Universidad de Santo Domingo, República Dominicana.
Precisamente allí localizó su primera novela, La tumba de Colón (2006), un éxito de ventas traducido a más de doce idiomas que le hizo muy conocido en gran cantidad de países. En esa obra el autor ya mostraba su pasión por ese trozo del mar Caribe, por una isla que conoce a la perfección y que le sirvió para narrar los enigmas del Almirante, aupados por una sociedad, la dominicana, y su capital, Santo Domingo, que enarbola con orgullo la bandera de ciudad primada de América.
Posteriormente publicó El papa mago (Ediciones Martínez Roca, 2008), un thriller basado en los misterios del final del primer milenio, el mítico año mil, traducido con éxito al inglés, italiano, ruso, entre otros idiomas. En ese segundo trabajo rescató al papa Silvestre II, uno de los personajes más relevantes y al mismo tiempo más ignorados por la historia, componiendo una obra vertiginosa capaz de sumergir al lector en los profundos secretos del milenarismo.
Ahora, El país de los espíritus, este nuevo viaje literario a la isla mágica, supone un asombroso retorno del autor hacia el lugar de su primera novela, aunque en este caso nos muestra la realidad de un país sorprendente, Haití, tan desconocido como fascinante.