Después de la magnífica acogida de Viaje al fin de la noche (1932), una obra renovadora de la estructura e intención de la novela que abriría las puertas a escritores como JeanPaul Sartre, Henry Miller o Bukowski, Céline continuó desarrollando su deslumbrante y avasallador estilo en Muerte a crédito (1936), buceo fascinante y sobrecogedor, no exento de humor ácido, en los abismos del ser humano. La transposición literaria de la vida del autor en una especie de seudoautobiografía que había sorprendido a críticos y contemporáneos en su primera novela, continúa en ésta con una evocación de los años de formación del protagonista en un ambiente familiar asfixiante, sobre el fondo de un mundo disparatado, hecho de miseria y fealdad.
(Courbevoie, 1894 - París, 1961) es uno de los escritores más influyentes del siglo XX, a pesar
de ser una figura polémica en su país. Su primera novela, Viaje al fin de la noche (1932) ya lo consagró como un
gigante de las letras. Durante la Segunda Guerra Mundial se alineó con el gobierno colaboracionista de Vichy, lo que le
obligó a exiliarse al acabar la contienda. Condenado a muerte, fue indultado pero tuvo que pasar algún tiempo en
prisión. Del resto de su producción literaria destacan las novelas Guignol's Band (1943), De un castillo a otro (1957),
Norte (1960) y Rigodón (1969).