PATTY MCMAHOU
Recién divorciada y con un hijo, Alina nunca encuentra el momento de dar un giro a su vida. Crea junto a sus amigas una empresa de lo más particular, y además se abre una cuenta en una red de ligues. Ella, que solo buscaba una noche de sexo sin compromiso, encuentra a Ander, un atractivo médico vasco que se cuelga de ella. Sin quererlo, se adentran en una historia de amor muy de película con el convencimiento de que las cosas no van a ir nunca bien.
Yo nací y no había nadie en casa. En ese momento mi madre estaba comprando y cuando regresó ¡me echó tal bronca?! Bueno, no fue realmente como el maestro Gila lo contaba, pero pasó algo parecido. Esta pobre que os escribe vino al mundo en un momento en el que su madre casi no la esperaba, ella tan tranquila y, ¡hala!, aparecí yo hace bastantes más años de los que me gusta recordar.
Desgraciadamente, dicen que la edad es un grado, pero a mí los únicos grados que me gustan son los del verano y la cervecita helada que te sirven en el chiringuito. En ese orden.
Nací y crecí. Me casé y procreé. También por ese orden.
Y de mayorcita, antes de casarme y procrear, los dedos ya le daban a las teclas de manera incontrolada. Algo así como la escritura automática pero sin poseerme ningún espíritu. Por lo tanto, lo de poner orden y sentido a las letras, las palabras y las frases, y conseguir que se entiendan, es algo que llevo haciendo mucho tiempo (aunque me daba vergüenza admitirlo).
No hablaré de qué hago, dónde vivo u otras cosas, no vaya a ser que no os guste y deseéis venir a devolverme el libro o algo peor. Pero si buscáis mi nombre en el listín telefónico, aparezco por la M de McMahou.
Por lo tanto, aquí me hallo, me encuentro y creo que soy. Espero no perderme. Y que dure.