La vida del artista incipiente es un clásico de la novela moderna. El artista incipiente suele nacer en un país gris, en un tiempo gris, y corre el riesgo de ser un artista gris. A menos que el arte mismo decida ser gris y entonces es un precursor. Pero el asunto de esta novela no es ni el arte, ni la guerra, ni las generaciones, ni las semblanzas. Su asunto es la capacidad para tomar decisiones. Toda decisión es un error. Pero no tomarla puede ser peor. El artista incipiente no sabe decidirse, quizás porque la convulsión, en su terreno, iba a ser un cataclismo. Ésta es la historia de algunos momentos decisivos y de aquello que aconteció al indeciso.
Félix de Azúa (Barcelona, 1944) estudió en varias ciudades españolas y se doctoró en Filosofía. Es uno de los escritores españoles más prestigiosos en muchos registros. Entre sus novelas destacan Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde de Novela), Cambio de bandera y Demasiadas preguntas. Entre sus últimos ensayos figuran La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción y La Venecia de Casanova. Su poesía completa está reunida con el título Poesía (1968-1989). Ha sido profesor de Filosofía en la Universidad del País Vasco, y profesor de Estética de la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Dirigió también el Instituto Cervantes en París.