En Modos de persuasión se recupera una secuencia de trabajos de crítica que pretenden cierta coherencia teórica que va más allá del enunciado del título: son ejercicios de persuasión que aspiran a intrigar al lector con su argumentación y a inducirle a discrepar, a intervenir en suma, sobre una temática sólo aparentemente lejana. Se trata de momentos artísticos, autores o tendencias formales que de alguna manera hicieron transitables caminos abiertos e imaginativos en la abrupta historia narrativa de la cultura occidental. El esteta victoriano Bosanquet, Marcuse, Walter Benjamín o Canetti son algunos de los cómplices en este diálogo ininterrumpido.