1. **Paris ocupado por nazis**
Explora la vida en la ciudad de París durante la ocupación nazi a través de las peripecias de Navales y otros personajes destacados.
2. **Personajes célebres en la historia**
Descubre cómo figuras como Picasso, César González Ruano y otros artistas españoles exiliados vivieron en la sombría realidad de la ciudad ocupada.
3. **Lucha contra la locura y el mal**
Acompaña a Navales en su búsqueda por redimirse y combatir la oscuridad que lo consume, enfrentándose a sus propios demonios en medio del caos de la guerra.
4. **Novela picaresca convertida en tragedia**
Sumérgete en una trama que evoluciona de la picardía inicial hacia una tragedia inesperada, influenciada por uno de los momentos cruciales del siglo XX.
5. **Escenario de tinieblas y desesperación**
Adéntrate en una ciudad carcomida por las sombras y la desesperación, donde la resistencia y la supervivencia se entrelazan con la tragedia de la guerra.
6. **Elenco de personajes ilustres en la penumbra**
Conoce a una constelación de figuras reconocidas, atrapadas en una realidad tenebrosa que desdibuja la frontera entre la vida y la locura en una París ocupada.
Cuando en mayo de 2024 se presentó, La ciudad sin luz, la primera entrega de un descomunal proyecto literario titulado Mil ojos esconde la noche, la reacción de crítica y público fue instantánea y unánime: asombro y admiración. En sus casi ochocientas páginas, Juan Manuel de Prada ofrecía, en un recital estilístico en el que se superaba a sí mismo, las peripecias de Navales, el perfecto antihéroe, (protagonista de su novela Las máscaras del héroe), en los dos primeros años de la ocupación de París por los nazis. Una novela que dejó a los lectores con ganas de más.
De Prada, utilizando el argot taurino, remata la faena en otras ochocientas páginas, las que ahora se presentan con el título Cárcel de tinieblas. De forma minuciosa, apoyado en un aparato documental extraordinario, el autor se convierte en nuestro guía en la ciudad ocupada, que va siendo carcomida por las sombras, lo mismo que la constelación de personajes presentados en la primera parte. En esta segunda entrega de la novela, Navales pugna por redimirse y derrotar el veneno del mal que lleva dentro, lo cual lo coloca en los límites de la locura, en una lucha constante con su tendencia natural.
En los dos años que quedan para la liberación de París, los miembros de la comunidad de artistas españoles exiliados, pasan de trampear a malvivir, llevando existencias cada vez más tenebrosas: por las páginas de esta novela desfilan personalidades tan conocidas como Picasso, César González Ruano, Gregorio Marañón, Victoria Kent o Ana María Martínez Sagi. Todos ellos componen un elenco cuya deriva que empezó como una novela picaresca, deviene en tragedia, fatalmente atravesada por uno de los momentos más cruciales del siglo XX.
Prada, utilizando el argot taurino, remata la faena en otras ochocientas páginas, las que ahora se presentan con el título Cárcel de tinieblas. De forma minuciosa, apoyado en un aparato documental extraordinario, el autor se convierte en nuestro guía en la ciudad ocupada, que va siendo carcomida por las sombras, lo mismo que la constelación de personajes presentados en la primera parte, encabezados por su inclasificable protagonista. En esta segunda entrega de la novela, Navales pugna por redimirse y derrotar el veneno del mal que lleva dentro, lo cual lo coloca en los límites de la locura, en una lucha constante con su tendencia natural.
En los dos años que quedan para la liberación de París, los miembros de la comunidad de artistas españoles exiliados, pasan de trampear a malvivir, llevando existencias cada vez más tenebrosas: por las páginas de esta novela desfilan personalidades tan conocidas como Picasso, César González Ruano, Gregorio Marañón, Victoria Kent o Ana María Martínez Sagi. Todos ellos componen un elenco cuya deriva que empezó como una novela picaresca, deviene en tragedia, fatalmente atravesada por uno de los momentos más cruciales del siglo XX.
Juan Manuel de Prada pasó su niñez y adolescencia en Zamora. Aunque realizó estudios de Derecho, su única dedicación profesional ha sido la literatura. Su primer libro, Coños (Valdemar, 1995), sorprendió al público y a la crítica más exigente por su audacia imaginativa y su deslumbrante uso del lenguaje: «Un milagro de invención» (Corrado Augias, La República)