MELO, JOAO DE
Rozário es una aldea situada en una de las islas del cordón de las Azores «una cagaluta de mosca» en medio del Atlántico verde, altiva, graciosa, bella y solitaria que cobija a seres que sufren y arrastran esa soledad de siglos que se transmite de padres a hijos como una condena irremediable. En este contexto se desenvuelven un sinfín de personajes: el padre Governo. Guilherme José, el regidor encumbrado en el poder. el sanador Cadete, atrapado en la superstición. Joáo Maria, el hombre íntegro y bondadoso, y su mujer Sara. Joáo Lázaro, el apóstol de la verdad y la rebeldía... El autor eleva a categoría universal. todos los males de la isla y denuncia la impunidad de sus gobernantes que prometen reinos fuera de este mundo en nombre de los todopoderosos.
Joâo de Melo (Isla de San Miguel, Azores, 1949)
A los 11 años, deja su isla natal para proseguir sus estudios en el continente. En 1967 se instala en Lisboa y comienza a colaborar en la prensa escrita, sobre todo con crítica literaria y poemas. A los 18 años publica en el Diário Popular su primer cuento y poco después inicia su colaboración en el suplemento literario de A União. En 1970 se incorpora al ejército, es destinado a Angola donde permanecería más de dos años en una zona de guerra. La estancia en África le marcará personalmente y literariamente, siendo el tema de varios de sus libros. A comienzos de la década de los 80, se licencia en Filología Románica por la Facultad de Letras de Lisboa y ejerce como profesor de Educación Secundaria y Superior durante varios años. En 2001 fue nombrado Consejero Cultural de la Embajada de Portugal en Madrid, cargo que desempeñó durante nueve años. Autor de más de veinte libros, ha cultivado todos los géneros: ficción, ensayo, antologías, libros de crónicas y de viajes? Su obra ha sido traducida en una docena de países, en España ha publicado: Gente feliz con lágrimas, Mar de Madrid, Crónica del principio y del agua y otros relatos,
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un libro. Mantiene el interés durante las mil páginas. En ningún momento se hace pesado y en muchas ocasiones lanza una reflexión que te hace leer en palabras cosas que en realidad pasan en el interior de las personas y que no les ponemos nombre. Te hace sentir pena, indignación...
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un libro. Mantiene el interés durante las mil páginas. En ningún momento se hace pesado y en muchas ocasiones lanza una reflexión que te hace leer en palabras cosas que en realidad pasan en el interior de las personas y que no les ponemos nombre. Te hace sentir pena, indignación...