Este libro es algo más que las confesiones de Carlos Castaño, uno de los principales actores de la guerra colombiana hasta su miestiosa desaparación, en abril de 2004. El testimonio de este criminal de guerra es un reflejo de la descomposición de la sociedad colombiana, de la suciedad de un conflicto armado que hace años dejó de ser ideológico. ¿Es este libro una apología del terrorismo?. Al contrario, es un documento periodístico que ayuda a conocer mejor a una persona que, desafortunadamente, influyó de manera decisiva en la Colombia actual y que ha sido uno de los protagonistas de los episodios más trágicos de las dos últimas décadas: Contribuye, también a comprender que las Autodefensas Unidas de Colombia no son los hijos díscolos del gobierno de turno y de los militares, sino que funcionan de manera autónoma, aunque con frecuencia las autoridades no las han combatido, se han beneficiado de sus actuaciones e incluso les han facilitado la comisión de actos ilegales. El misterio sobre la posible muerte de Carlos Castaño recuerda el episodio de su hermano Fidel diez años antes. Mauricio Aranguren de forma muy valiente da una posible versión de los hechos que dista mucho de las que ofrecen las AUC, tanto de forma oficial como sus confusas filtraciones contradictorias, y que también se aleja de lo que probablemente pueda interesar al gobierno colombiano. En fechas en las que varios grupos de las AUC se desmovilizan sin rendir suficientes cuentas ante la Justicia, este libro generará polémica. Será debatida la conveniencia misma de su existencia, la imparcialidad del periodista y la sinceridad del personaje entrevistado asumiendo crímenes terribles, algo que nadie antes había hecho.