La verdad es que Maus es un libro que uno no puede dejar, ni siquiera para dormir. Cuando dos de los ratones hablan de amor, te conmueve. cuando sufren, lloras. Poco a poco, a través de este relato compuesto de sufrimiento, humor y los desafíos cotidianos de la vida, uno queda atrapado por el lenguaje de una antigua familia del Este de Europa y es arrastrado por su ritmo suave e hipnótico. Y cuando uno acaba Maus, se siente triste por haber abandonado ese mundo mágico...