WIENER, GABRIELA / BUSTOS MAGALHAES NATACHA (Ilustración)
Los ensayos más personales de Gabriela Wiener, la cronista de sí misma, regresan en una nueva edición para celebrar su décimo aniversario. «Un libro insolente y divertido, a la vez periodístico y lírico, a veces tristísimo, otras veces delirante y siempre inolvidable». Alejandro Zambra «Lo cierto es que nunca he podido narrar ni opinar desde un lugar discreto, nunca he podido hacerme invisible, y para ser sincera tampoco lo he intentado. Amo la realidad que desenmascaramos en cada uno de nuestros actos. Amo la voluntad de asombro. Creo que lo más honesto que puedo hacer literariamente es contar las cosas como las veo, sin artificios, sin disfraces, sin filtros, sin mentiras, con mis prejuicios, obsesiones y complejos, con las verdades en minúscula y por lo general sospechosas. Hacerlo de otra manera seria presuntuoso por mi parte. Estaría engañándome y engañándolos». Gabriela Wiener reúne en Llamada perdida una selección de sus textos autobiográficos más destacados: ensayos, relatos breves, viñetas, observaciones y reflexiones que emergen de experiencias cotidianas tan singulares como la maternidad, la migración, el miedo a la muerte, la soledad en habitaciones de hotel o los ménage à trois. Esta edición revisada y ampliada, publicada en el décimo aniversario de su lanzamiento original, reafirma el impacto y la relevancia de una de las voces más originales y transgresoras de la literatura actual.Sobre Llamada perdida se ha dicho: «La prosa de Wiener es imaginativa y precisa, de una maleabilidad extraña que le permite pasar sin esfuerzo aparente de la crudeza a una poesía contenida». Gonzalo Torné, Letras libresSobre Atusparia se ha dicho: «Atusparia es un acierto verbal en cada página». Juan José Millás «Posiblemente la mejor novela del año».Camila Sosa Villada «Atusparia es una auténtica fiesta de todo lo bueno y mejor que puede ofrecer la literatura hoy día». Rockdelux
«Cualquiera que se asome a este libro tendrá la impresión de que lo hace a través del ojo de la cerradura (...). Lo que hay del otro lado son historias trozadas que nos resultan perturbadoras, en parte porque desnudan pasiones, fragilidades, heridas a la vez familiares y extrañas, y en parte porque Gabriela Wiener las aborda con un lenguaje que no se parece a ningún otro, abismándonos a unas realidades que aun cuando parecieran develarse no acaban de entregársenos. Hay en esta poesía algo que nos remite a la ternura y la crueldad de los niños, a la insolencia y el miedo final de los adolescentes y a la infinita soledad que duerme en el fondo de la vida adulta» (Piedad Bonnett).