Una vez por semana y durante más de dos años, Azar Nafisi, una profesora de literatura de la Universidad de Teherán expedientada por negarse a Ilevar el velo, reunió en su casa a siete de sus alumnas para leer y comentar algunas de las novelas occidentales prohibidas por el régimen de los ayatolás. Poco a poco, superada la timidez inicial, las jóvenes estudiantes empezaron a expresarse con libertad, no sólo sobre las novelas de Jane Austen, Henry James, F. Scott Fitzgerald y Nabokov sino sobre sí mismas, sus sueños y frustraciones. En aquellos libros habían encontrado una alternativa valiente a la tiranía ideológica a la que estaban sometidas y la adoptaron como un desafío.
Nació en 1955 en Teherán. Su madre fue una de las únicas seis parlamentarias iraníes en los años setenta, y su padre un rico diplomático, fue alcalde de Teherán. Se educó en Suiza, en el Reino Unido y en Estados Unidos adonde se trasladó definitivamente en 1997. Reside en Washington. Imparte clases de literatura y es directora del Dialogue Project en el Instituto de Política Exterior de la Universidad Johns Hopkins. Entre otros medios, colabora habitualmente en The New York Times, The Washington Post, The Wall Street Journal, The New Republic y El País. Ha publicado en Duomo Cosas que he callado y Leer Lolita en Teherán. Ha sido galardonada con el Premio Gabarrón 2011 de Pensamiento y Humandades.