Hubo una revolución española, como hubo una revolución inglesa y otra francesa. Ocurrió entre mayo de 1808 y mayo de 1814. Los liberales, en tan corto espacio de tiempo, en unas circunstancias de guerra civil y de guerra internacional, crearon España como Estado nacional. Con la revolución del voto transformaron a los súbditos en ciudadanos y a éstos en el soporte soberano para la legitimidad de cualquier poder. Desarrollaron un sólido programa de cambio social y económico en el que se cimentó la libertad en todas sus dimensiones. También en la cultura, porque la libertad de prensa abrió las compuertas a la modernidad. En definitiva, la mayoría de asuntos y problemas que se abordaron y debatieron en las Cortes de Cádiz siguen vivos en nuestro presente.
Trabaja desde 2001 como catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha. Anteriormente fue científico titular en el CSIC y profesor de Historia en la Universidad Complutense. Especializado en historia social, estudios sobre los nacionalismos y en historiografía, de sus publicaciones más recientes cabe destacar: Las revoluciones liberales del siglo XIX: industrialización capitalista, luchas sociopolíticas y modernización cultural (2017); Contra el poder. Conflictos y movimientos sociales en la Historia de España (2015); con Eduardo Manzano, Memoria histórica (2010)