Allí donde hay seres humanos, siempre por motivos inconfesables, también encontramos conspiraciones. Unas son auténticas, otras no. Determinados relatos fantasean sobre el poder que supuestas fuerzas oscuras, como los masones, tendrían para manipular la realidad a escala planetaria. Estas historias tratan de presentarse siempre en términos científicos, pero todas prescinden del duro trámite de aportar pruebas convincentes. Unos echarán la culpa de todo a colectivos marginados, los emigrantes; otros, a los multimillonarios. Ninguna de estas teorías descabelladas es inocua, porque, si consiguen salir de los márgenes del arco político, pueden ponerse al servicio de terribles dictaduras e incluso alentar matanzas. Una y otra vez, las teorías de la conspiración prescinden de los hechos comprobados para alimentar peligrosas fantasías victimistas.
Francisco Martínez Hoyos (Barcelona, 1972) se doctoró con una tesis sobre la JOC (Juventud Obrera Cristiana) bajo el franquismo. Volvió a profundizar en el mundo de los cristianos progresistas con otros estudios, como su biografía de Alfonso Carlos Comín (2009), el conocido artífice del diálogo entre fe y marxismo. Esta pasión por la historia religiosa se refleja, también, en Cristianismo e Islam (2020), acerca de las relaciones entre ambos monoteísmos.