Ésta era una bruja que vivía en La Habana Vieja. Habitualmente, las brujas viven en comarcas brumosas, en una casucha perdida en un bosque o en el sótano de un castillo en ruinas. Pero estos lugares son muy húmedos, y nuestra bruja padecía reuma desde jovencita. Eso sí, escogió un caserón achacoso en la calle más siniestra para hacer sus maldades...