Una pequeña aldea en las montañas de China. Depende solamente de la lluvia para abastecerse del agua que necesita para susbsistir. Por allí no corre ningún río, así que los aldeanos, en época de sequía, se ven obligados a realizar un largo recorrido a través de escabrosos terrenos hasta conseguir agua. Luego, con un esfuerzo agotador, deben transportarla a través de una resbalosa pendiente, tratando de llevar a casa lo suficiente para ella y su ganado. En esta aldea vivía una pequeña niña de hermosos y largos cabellos. Un día ella la salvó la vida a un ciervo mágico, y éste, en agradecimiento, le mostró como obtener agua pura y cristalina de una fuente oculta en la montaña. Pero el ciervo le advirtió que no debería revelar la existencia de la fuente a los aldeanos. si ella diera a conocer aquel mágico lugar sin duda algo horrible ocurriría. La niña, pura de corazón, no pudo soportar el ver cómo los demás sufrían mientras ella tenía el agua que necesitaba , así que decidió contar su secreto ... Esta hermosa historia proviene del pueblo de Miao, en las montañas del sudoeste chino.
