Debido a su anibigüedad y a que se procura interpretarla alegóricamente, la Biblia se considera libro sagrado por creyentes tan dispares como los judíos, los cristianos y los musulmanes. A pesar de ello, muy pocos la han leído entera. El autor analiza en este libro, apoyándose en amplia documentación e investigación, sin olvidar el humor, todos y cada uno de los libros que componen la Biblia. Los sencillos razonamientos y el estilo desenfadado, pero riguroso, hacen pasar al lector un rato muy agradable, a la par que se informa de cosas sorprendentes, celosamente guardadas por la Iglesia.