LaVyrle Spencer es una de las más prestigiosas escritoras de novela romántica, ganadora de cinco premios RITA. Es autora de 24 libros, entre ellos Promesas, Dos veces amada, Los dulces años y Juegos de azar, reeditados en Zeta Bolsillo.
¿CRIC? ¡CRAC!, UN LIBRO EXCEPCIONAL
Por Naudín Gracián
La mayoría de los textos que leemos relacionadas con la negritud, plantean las luchas de las comunidades negras frente a las barreras que les impone la sociedad y la pobreza, y, si ilustran los valores y la cultura de dichas comunidades, son postulados como modo de defensa y ataque contra el mundo que los hostiliza. Esta característica los hace tendenciosos y hasta un poco repulsivos a los lectores que andan en busca de temas menos políticos y angustiosos. La ausencia de esa característica es la razón que le salta a la cara al lector de Edwidge Danticat para comprender de inmediato que esta escritora jamaiquina-americana es un caso excepcional y aparte. Su libro de cuentos ¿Cric? ¡Crac! es un homenaje, tanto por su temática como por su calidad, a las comunidades negras que comparten sin remedio la civilización del hombre blanco.
El tema de este libro es el mundo de los negros haitianos, tanto dentro de un Haití desbordado por la violencia fratricida, como en el exilio dentro de un país como Estados Unidos donde, si bien los aceptan sin muchos traumatismos, siguen añorando dolorosamente sus costumbres y formas de vida. Sin embargo, sus historias no muestran a estas comunidades como víctimas oprimidas por un sistema externo a ellos (blanco), como normalmente se plantea en la literatura, sino como los miembros de una comunidad abrumada de limitaciones, llena de valores que se van perdiendo, falta de oportunidades, mitos que les sostienen la vida, y demás ingredientes propios de cualquier comunidad, vistos desde el interior por alguien que conoce profundamente sus razones y no por quien les siente lástima o los quiere proclamar símbolos de la explotación o del horror xenofóbico. Son libros como éste (y no los que “defienden” a los negros) los que elevan el valor de las negritudes del mundo, porque de verdad nos los muestran como son, con su valía humana real, con sus valores tradicionales de alma limpia y seres que luchan como cualquier otro por acomodarse y ser positivos para su comunidad.
Como ya se dijo, ¿Cric? ¡Crac! es un homenaje a las comunidades afroamericanas, no sólo por su temática, sino porque es un libro representativo de la gran calidad narrativa de Edwidge Danticat. La prosa y la técnica de esta jamaiquina es inusualmente madura en una escritora de 25 años de cualquier país del mundo. Danticat echa apropiadamente mano de la tradición oral de su país de origen, para entregarnos una prosa poética y cargada de ritmo que atrapa al lector. Sus relatos Hijos del mar y La boda de Caroline nos muestran a unos negros guerreros como ningunos en sus respectivas batallas de vida, muy distantes de la concepción estereotipada del negro guapachoso, abusado y hedonista que explotan la literatura y los medios de comunicación, y que hasta muchos de ellos mismos se han creído como la representación de su cultura. Hijos del mar es un cuento desgarrador sobre la violencia fratricida de Haití, con un ritmo narrativo y una capacidad descriptiva apropiada para conmover al lector.
Pero ese no es el único tema abordado por Edwidge, sino que también echa mano de las leyendas, el vudú, la peligrosidad de los sueños en una mente sin dirección ni disciplina, la nostalgia de los exiliados, el desprecio de las nuevas generaciones por la tradición y hasta el erotismo incestuoso de las mujeres carentes de una presencia masculina fuerte.
Este fue el segundo libro publicado por Edwidge Danticat, y puede deducirse de su epílogo que fue el primero que escribió, pero aún desconociendo eso y sus múltiples premios y traducciones, a uno le queda la impresión de que está frente a una de las escritoras más descollantes y sólidas de la literatura contemporánea universal.
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¿CRIC? ¡CRAC!, UN LIBRO EXCEPCIONAL
Por Naudín Gracián
La mayoría de los textos que leemos relacionadas con la negritud, plantean las luchas de las comunidades negras frente a las barreras que les impone la sociedad y la pobreza, y, si ilustran los valores y la cultura de dichas comunidades, son postulados como modo de defensa y ataque contra el mundo que los hostiliza. Esta característica los hace tendenciosos y hasta un poco repulsivos a los lectores que andan en busca de temas menos políticos y angustiosos. La ausencia de esa característica es la razón que le salta a la cara al lector de Edwidge Danticat para comprender de inmediato que esta escritora jamaiquina-americana es un caso excepcional y aparte. Su libro de cuentos ¿Cric? ¡Crac! es un homenaje, tanto por su temática como por su calidad, a las comunidades negras que comparten sin remedio la civilización del hombre blanco.
El tema de este libro es el mundo de los negros haitianos, tanto dentro de un Haití desbordado por la violencia fratricida, como en el exilio dentro de un país como Estados Unidos donde, si bien los aceptan sin muchos traumatismos, siguen añorando dolorosamente sus costumbres y formas de vida. Sin embargo, sus historias no muestran a estas comunidades como víctimas oprimidas por un sistema externo a ellos (blanco), como normalmente se plantea en la literatura, sino como los miembros de una comunidad abrumada de limitaciones, llena de valores que se van perdiendo, falta de oportunidades, mitos que les sostienen la vida, y demás ingredientes propios de cualquier comunidad, vistos desde el interior por alguien que conoce profundamente sus razones y no por quien les siente lástima o los quiere proclamar símbolos de la explotación o del horror xenofóbico. Son libros como éste (y no los que “defienden” a los negros) los que elevan el valor de las negritudes del mundo, porque de verdad nos los muestran como son, con su valía humana real, con sus valores tradicionales de alma limpia y seres que luchan como cualquier otro por acomodarse y ser positivos para su comunidad.
Como ya se dijo, ¿Cric? ¡Crac! es un homenaje a las comunidades afroamericanas, no sólo por su temática, sino porque es un libro representativo de la gran calidad narrativa de Edwidge Danticat. La prosa y la técnica de esta jamaiquina es inusualmente madura en una escritora de 25 años de cualquier país del mundo. Danticat echa apropiadamente mano de la tradición oral de su país de origen, para entregarnos una prosa poética y cargada de ritmo que atrapa al lector. Sus relatos Hijos del mar y La boda de Caroline nos muestran a unos negros guerreros como ningunos en sus respectivas batallas de vida, muy distantes de la concepción estereotipada del negro guapachoso, abusado y hedonista que explotan la literatura y los medios de comunicación, y que hasta muchos de ellos mismos se han creído como la representación de su cultura. Hijos del mar es un cuento desgarrador sobre la violencia fratricida de Haití, con un ritmo narrativo y una capacidad descriptiva apropiada para conmover al lector.
Pero ese no es el único tema abordado por Edwidge, sino que también echa mano de las leyendas, el vudú, la peligrosidad de los sueños en una mente sin dirección ni disciplina, la nostalgia de los exiliados, el desprecio de las nuevas generaciones por la tradición y hasta el erotismo incestuoso de las mujeres carentes de una presencia masculina fuerte.
Este fue el segundo libro publicado por Edwidge Danticat, y puede deducirse de su epílogo que fue el primero que escribió, pero aún desconociendo eso y sus múltiples premios y traducciones, a uno le queda la impresión de que está frente a una de las escritoras más descollantes y sólidas de la literatura contemporánea universal.