¿Qué pasaría si un joven sensible y sincero, «enamorado, apasionadamente enamorado, pero del pensamiento, o mejor, del pensar», decidiera dedicar su vida a hacer literalmente todo lo que los filósofos dicen que hay que hacer? Johannes Climacus «duda realmente de todo, padece todo el dolor que esto acarrea, se hace ladino, y casi llega a tener mala conciencia. [ ...] Entonces desespera, pues su vida está malgastada, su juventud se ha ido en estas deliberaciones, la vida no ha alcanzado ningún significado para él, y todo por culpa de la filosofía». Con, johannes Climacus, o De todo hay que dudar (1842), Kierkegaard se proponía «herir a la filosofía», especialmente al idealismo hegeliano, y su primer paso «extraño, afectado y escandaloso» fue elegir, no la forma de un tratado, sino la de un relato. Sobre un fondo autobiográfico, narra la evolución espiritual de un joven empeñado en filosofar y describe el desarrollo dialéctico de su pensamiento. «Se encontraba dice como un melancólico que contempla el vuelo de los patos en el cielo. Todo el que quiera pertenecer a ese mundo ha de unirse a ellos, pero jamás se ha visto a nadie volando a su lado. »
Soren Kierkegaard (Copenhague, 1813-1855) doutorouse en 1841 cunha tese titulada Sobre o concepto da ironía. Posteriormente, a súa vida viuse marcada polo noivado, desfeito despois dun ano, con Regina Olsen. Como pensador, a súa obra caracterízase por un xeito singular de concibir a escritura e polo emprego de pseudónimos cos que cuestiona a figura do autor como alicerce dunha estrutura de control do discurso e do significado.