Desde el momento mismo en que empezó a difundirse la Introducción a la vida devota (año 1608), tuvo un éxito rotundo. Su intento ?conseguido? de poner amable y exigentemente la devoción profunda, seria y tierna, al alcance de las gentes que viven en el mundo fue acogido con entusiasmo.
San Francisco de Sales muestra que el deseo de santidad es realizable para las personas que viven entre los avatares del mundo, lugar en el que Dios los ha puesto.
El frescor y la espontaneidad con que nos habla ha mantenido vivas durante cuatro siglos sus palabras, su fina penetración psicológica no es fruto del estudio, sino de la experiencia de un hombre de Dios a quien el hambre de almas atormenta y recome.
San Francisco de Sales (1567-1622) fue un obispo y doctor de la Iglesia católica. Nació en el castillo de Sales, cerca de Annecy, en Saboya (actual Francia). De familia noble, estudió Derecho y Teología, se ordenó sacerdote en 1593 a pesar de la oposición inicial de su padre. Destacó por su trabajo pastoral en la región de Chablais, donde logró reconvertir a muchos protestantes al catolicismo mediante el diálogo y la publicación de folletos. En 1602, fue nombrado obispo de Ginebra, aunque su sede estaba en Annecy debido a la Reforma Protestante. San Francisco de Sales escribió obras espirituales de gran calado, siendo una de las más influyentes Introducción a la vida devota. Su espiritualidad enfatiza la santidad en la vida cotidiana y la accesibilidad de la devoción para todas las personas, independientemente de su estado de vida. Fue canonizado en 1665 y declarado Doctor de la Iglesia en 1877. Es el patrono de los escritores, periodistas y la prensa católica.