A menudo vemos cómo personas que consideramos muy inteligentes e incluso brillantes a nivel profesional se ven superadas por la incomprensión y la angustia cuando se trata de gestionar su propia vida. El resultado es siempre el sufrimiento y la soledad. La inteligencia emocional, ampliamente estudiada como indicador claro del potencial que tenemos para ser felices, deriva en la inteligencia romántica cuando de lo que se trata es de desarrollar actitudes y comportamientos orientados a construir una relación de pareja feliz y consolidada. De carácter eminentemente práctico y con una. gran lucidez, este libro se centra en este aspecto concreto de la inteligencia y nos enseña a mejorar nuestra conciencia emocional, a ser honestos con nuestras emociones y aprender a luchar contra sentimientos destructivos como los celos, la competitividad, el control o la dependencia. Logra hacernos inteligibles las complejidades del amor y, con ello, abre un camino de esperanza para todas aquellas personas, en pareja o no, que quieren aprender a pensar sus relaciones desde la inteligencia frente al dolor y la incomprensión.