Los mandatarios que han ejercido el poder desde la antigüedad han exhibido una apariencia pública que les distinguía de los gobernados. Si consideramos las imágenes en un sentido amplio literarias y artísticas, pero también religiosas y políticas, materiales e imaginarias, comprobaremos que reflejan los ideales de una época, el estado de apogeo o de decadencia de una civilización, así como la evolución temporal y espacial de los pueblos. Todas las instituciones de los regímenes políticos necesitan imágenes simbólicas para ser aceptadas. Esas imágenes, junto con la cultura escrita, los medios de comunicación de masas desde la imprenta hasta los audiovisuales y la memoria, han formado parte de la política de persuasión. Las imágenes del poder son seductoras, imperativas e ilusorias. «Seductoras» porque nos persuaden con promesas de mejora vital para conducirnos por el camino que quiere seguir el político. «Imperativas» porque son la forma visual que emplean los poderosos para dar órdenes desde su mirada autoritaria. «Ilusorias» porque no son reales, sino ensueños de la imaginación que queremos cr
Pedro García Martín es historiador y escritor.
Catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Madrid, también ha ejercido docencia como visitante en centros de Prato, Florencia y Cerdeña (Italia), de Helsinki, Turku y Laponia (Finlandia), de Oporto y Viseu (Portugal), de Nantes y Lyon (Francia), así como en la Tufts University de Boston y el Skidmore College de Nueva York en sus sedes españolas. Este curso ha impartido un MOOC sobre La España de El Quijote que han estudiado más de dos mil quinientos alumnos de ochenta países.
En calidad de investigador, ha publicado varios libros sobre el mundo rural en la Europa moderna, la Mesta y la trashumancia, la percepción del paisaje, la formación de Rusia, la Orden de Malta, peregrinaciones y cruzadas, la iconografía popular de El Quijote y, sobre manera, la cultura de la España del Siglo de Oro.
Como escritor, ha cultivado varios géneros literarios. Cuentos juveniles como ?El camino real? en Los comuneros (Bruño, 1990), La casa verde (Bruño, 1992), El agua de la serranía (Bruño, 1993), y los bilingües La ciudad prendida de los pájaros -Le mystère des gardiens de la cité (Punto Didot, 2012) y La niña románica-La jeune fille à la fresque (Bohodón Ediciones, 2014). Cuentos para adultos como El linternista vagamundo y otros cuentos del cinematógrafo (A. Machado Libros, 2011) y Cuentos de la nevada azul (Bohodón Ediciones, 2014) rememorando el Decamerón de Boccaccio.
También es coautor de la novela gráfica ¡Pasen y vean! Del guiñol al cine (Amaníaco, 2014), y ha preparado la antología Filopoesía y letras (UAM Ediciones, 2015) que reúne poemas de algunos profesores de la Facultad de Filosofía y Letras.
En cuanto a sus novelas, ha publicado los títulos Ruter el Rojo (EDHASA, 2005; traducida a portugués en 2008), El químico de los Lumière. Cazadores de colores en La Belle Époque (XII Premio Ciudad de Salamanca, Algaida, 2007) y La Virgen de Lope de Vega (Atanor, 2011).