La extirpación de los ganglios axilares se considera un componente esencial en el tratamiento del cáncer de mama para lograr el control local de la enfermedad y al mismo tiempo obtener información pronostica importante y tomar decisiones sobre la necesidad de aplicación de terapéutica sistémica adyuvante. Surgen nuevos conceptos en el manejo de los tumores sólidos y en la técnica del ganglio centinela, que se define como el primer ganglio del territorio linfático al que drena el tumor primario, el cual tiene mayor probabilidad de albergar metástasis. También representa otro ejemplo del poder de la nueva tecnología en medicina, puesta al alcance de los profesionales en formación y actualización de los especialistas, de la que, con toda claridad, el paciente es el principal beneficiado.