MOLTÓ RIPOLL, JUAN PABLO
La Fitoterapia es la ciencia que estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con finalidad terapéutica, no sólo para aliviar los síntomas o curar las enfermedades, sino también para prevenirlas. En este completo libro se detallan de manera exhaustiva las características y usos de las plantas occidentales más importantes para la Medicina Tradicional China, y cómo combinarlas para su aplicación frente a diferentes síndromes.
Uno de los ensayos revisionistas que están inundando el mercado editorial (y no utilizo revisionismo en sentido peyorativo).
Lo cuestionable en este caso es nuestra visión del Imperio Romano como procurador de todo lo civilizado, por contraposión a los otros, los no-romanos(celtas, germanos, etc).
Si algo se le puede achacar a Terry Jones -que no oculta desde luego sus simpatías por los bárbaros- es que en su análisis sigue aplicando un doble rasero, aunque a la inversa.
Pero merece la pena. Es más exhaustivo y completo que la serie de documentales del mismo nombre.
Se lee muy bien y es, a ratos, muy divertido. Para algo Terry Jones fue un Monty Phyton.
Espero ver el día en que los historiadores ingleses, tan proclives a destruir los mitos históricos ajenos, hagan lo propio con la historia de su país. Después de siglos de propaganda anticatólica, leyendas negras inventadas, exageración de sus triunfos y cuidadosa ocultación de sus derrotas, muchos creemos que antes de buscar la paja en el ojo ajeno sería conveniente que empezaran por hacer limpieza en casa.
Los historiadores de un país que enseña a sus niños mentiras tales como que Francis Drake fue el primero en circunnavegar el globo (http://www.activehistory.co.uk/Miscellaneous/free_stuff/google_earth/drake/index.htm) o que James Cook descubrió Australia y Hawai, cuando en realidad habían sido descubiertas por españoles un siglo y medio antes, no tienen para mi autoridad ninguna para revisar la historia de los demás.
Después de leer el abominable libro de Henry Kamen, Los mitos que forjaron la España moderna, tengo que escuchar como este otro señor alegremente llama “civilización” a ese primitivo orden tribal de los pueblos del norte de Europa. El suyo es un punto de vista absolutamente maniqueo, forzado hasta más no poder, donde los bárbaros encarnan la virtud y los romanos el vicio. El mismo método que utilizaron y utilizan hoy para desprestigiar a los países católicos del sur de Europa, herederos de la civilización romana.
Uno de los ensayos revisionistas que están inundando el mercado editorial (y no utilizo revisionismo en sentido peyorativo).
Lo cuestionable en este caso es nuestra visión del Imperio Romano como procurador de todo lo civilizado, por contraposión a los otros, los no-romanos(celtas, germanos, etc).
Si algo se le puede achacar a Terry Jones -que no oculta desde luego sus simpatías por los bárbaros- es que en su análisis sigue aplicando un doble rasero, aunque a la inversa.
Pero merece la pena. Es más exhaustivo y completo que la serie de documentales del mismo nombre.
Se lee muy bien y es, a ratos, muy divertido. Para algo Terry Jones fue un Monty Phyton.
Espero ver el día en que los historiadores ingleses, tan proclives a destruir los mitos históricos ajenos, hagan lo propio con la historia de su país. Después de siglos de propaganda anticatólica, leyendas negras inventadas, exageración de sus triunfos y cuidadosa ocultación de sus derrotas, muchos creemos que antes de buscar la paja en el ojo ajeno sería conveniente que empezaran por hacer limpieza en casa.
Los historiadores de un país que enseña a sus niños mentiras tales como que Francis Drake fue el primero en circunnavegar el globo (http://www.activehistory.co.uk/Miscellaneous/free_stuff/google_earth/drake/index.htm) o que James Cook descubrió Australia y Hawai, cuando en realidad habían sido descubiertas por españoles un siglo y medio antes, no tienen para mi autoridad ninguna para revisar la historia de los demás.
Después de leer el abominable libro de Henry Kamen, Los mitos que forjaron la España moderna, tengo que escuchar como este otro señor alegremente llama “civilización” a ese primitivo orden tribal de los pueblos del norte de Europa. El suyo es un punto de vista absolutamente maniqueo, forzado hasta más no poder, donde los bárbaros encarnan la virtud y los romanos el vicio. El mismo método que utilizaron y utilizan hoy para desprestigiar a los países católicos del sur de Europa, herederos de la civilización romana.