La decisión de la Unión de dotarse de una Constitución formal evoca de manera clara la necesidad de repensar Europa como entidad política, económica y cultural. Sin embargo, tras el contundente resultado de los referéndums celebrados en Francia y Holanda, no parece que el Tratado constitucional firmado en Roma en octubre de 2004 esté en condiciones de afrontar ese desafío. La tesis de Antonio Cantaro es que el principal obstáculo para la construcción de una Europa democrática, social y con proyección internacional soberana es hoy la propia Unión Europea. O mejor dicho, la dominante ideología europea que el autor describe como una frustrante mezcla de minimalismo político y maximalismo jurídico. Escritas en un estilo directo y no exento de carga polémica, estas páginas son un revulsivo en el monocorde panorama que los estudios sobre la constitucionalización europea ofrecen en el ámbito español.