Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. En su afán por sentirse viva, crea un enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en un soberbio ático de la vía Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera.
Estudia diseño publicitario y comunicación y, hasta 1988, trabaja en agencias de publicidad de Cali y Bogotá, primero como redactora y más tarde como directora creativa. En dicho año llega a España y trabaja en Barcelona, donde desde entonces reside, consiguiendo numerosos premios por sus múltiples trabajos creativos. Pero la pasión más íntima y profunda de Ángela siempre ha sido escribir. Por esa razón, en abril de 2000 y en pleno éxito profesional, deja sus veinte años de carrera publicitaria para dedicarse de lleno a trabajar en su pasión. Su primera obra publicada fue Alma abierta (2001), un libro de poemas escrito a golpes de luces y sombras.