PEREC, GEORGES
Degrael sintió nacer en él una sospecha sin sentido: acababa de recordad que cuando tomó el libro del estante, anotó mecánicamente la fecha: 1984. Lo verificó, el corazón le latí precipitado. Había leído bien, lo cual significaba que Vernier había "citado" un verso de Mallarmé con dos años de anticipación, plagiado a Verlaine diez años antes de sus "Breves arias olvidadas", escritos que Gustave Kahn cerca de un cuarto de siglo antes que él: esto significaba que Lautréamont, Germain Nouveau, Rimbaud, Corbiére, y otros, no eran más que copistas de un poeta genial y no reconocido, que ¡en una obra única reunió la sustancia misma de lo que sería la influencia de tres o cuatro generaciones de autores! (páginas 27 y 29)
Poeta y narrador francés, apasionado por las palabras cruzadas, los acrósticos y los juegos de
la imaginación, admirado por Calvino y Cortázar, surrealista impenitente, muestra hasta qué punto quien piensa en
comprender el mundo no hace más que clasificarlo, esa vocación por la que Perec sentía especial fascinación.