Jack Hammond puso fin a su prometedora carrera profesional cuando se acostó con la novia de un cliente. Despedido sin contemplaciones del prestigioso bufete en el que trabajaba, no le quedará más remedio que ganarse la vida como abogado de oficio en asuntos de poca monta. Un día su amigo Doug ex adicto y un prodigio de la informática aparece muerto con una jeringuilla clavada en el brazo. Jack, conocedor del pánico que le producían a Doug las agujas, sabe que no se trata de un caso más de sobredosis, como cree la policía.