BARCELÓ ESTEVE, ELIA (1957- )
Tan breve como intensa, tan fácil de leer como difícil de olvidar, tan sencilla en sus recursos como inquietante en el recuerdo, es esta una novela de amor. Uno de esos raros ejemplos en los que la literatura se lanza sin miedo a abordar los temas eternos, y lo hace para que nos planteemos cuestiones fundamentales: ¿es el tiempo más fuerte que el amor?, ¿de qué forma perdura la belleza?, ¿es el cuerpo un mapa del deseo con fecha de caducidad?, ¿puede el deseo alterar la realidad? La nostalgia, el sexo, la pasión, la identidad:.., nos hallamos ante una obra que, abordando los sentimientos en profundidad, sabe ser rigurosamente nueva: una bellísima historia del fin del milenio sobre la imposibilidad del amor. Simplemente hay que abrir el libro y comenzar a leer. Sobre la autora la crítica ha dicho: «La belleza formal de su narrativa, las ideas que maneja, la inteligencia y la sensibilidad que demuestra...» (Miquel Barceló). «Elia Barceló ha comprendido que para hablar de grandes temas a veces bastan palabras pequeñas, y las utiliza con habilidad de narradora auténtica, algo que ya hicieron Ballard, Orwell o Huxley, pero que nadie en España había intentado» (J. Díez, Diario 16). «Lo que la hace destacar es su capacidad para crear cosas imposibles y fabular sobre ellas. Es una de esas personas que prefieren hablar de cosas imposibles porque de lo posible se sabe demasiado» (Manuel A. Calvo, La Voz de Galicia). Sobre su última novela, El vuelo del Hipogrifo (LENGUA DE TRAPO, 2002): «Explosivo cóctel de géneros literarios: fantástico, criminal, caballeresco, pastoril, folletinesco..., que confirma la modernidad y madurez de esta escritora catalana, capaz de manejar los hilos de la intriga con absoluta maestría» (L. Ortiz, La Razón). «Una novela de itinerarios sorprendentes y esa temperatura hipnótica que deben tener los buenos novelones» (J. E. AyalaDip, Qué Leer). «Un instinto narrativo que dota de interés y amenidad a lo que cuenta, y una potencia fabuladora no frecuente» (S. Sanz Villanueva, El Cultural).