Jesús de Nazaret constituye el centro de la historia de la salvación. En él se compendia toda la espera anhelante del pueblo de Israel, en cuyo proceso ininterrumpido va dejando a un lado líneas posibles de salvación para concentrarse en Cristo mismo. La esperanza más o menos explícita de la humanidad anterior o diferente del pueblo elegido halla también en este Jesús su realización.
Jesús de Nazaret, según la fe de la Iglesia de todos los tiempos, no ha pasado; continúa vivo, presente, actual, y es también hoy la fuente de la salvación. Él es principio y fin, alfa y omega en el orden de la salvación. Si todo en Israel miraba hacia el Mesías, todo en la Iglesia, nuevo Israel, mira a Cristo como Mesías que ha venido ya y que un día vendrá al final de los tiempos.
Luis Rubio nació en Paladinos del Valle (Zamora) en 1936. Licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y doctor en teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha sido profesor de Historia de la salvación en Salamanca y Madrid, director del Instituto Vocacional «Maestro Ávila» de Salamanca y de la revista «Seminarios», así como formador de seminaristas en Évora, Portugal. Pertenece a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Entre sus obras podemos destacar: «El ministerio en el diálogo interconfesional» (ed.), 1976; «El diaconado permanente en la Iglesia» (ed.), 1978; «Formar presbíteros hoy» (ed.), 1988; «La formación de los sacerdotes en la situación actual» (ed.), 1991; «Nuevas vocaciones para un mundo nuevo», 2002.