El 1 de abril de 1939, con el ejército rojo preso y cautivo, los ejércitos nacionales de Franco obtuvieron una victoria incondicional, pero no por ello vino la paz para todos los españoles que habían participado en la cruenta y prolongada guerra civil. Los vencidos, a no ser que pudieran demostrar ser "afectos" al nuevo régimen que se implantaba, fueron objeto de sospecha y persecución, porque la nueva-vieja España debía ser purificada de la "mala hierba" que tanto había crecido durante la época republicana. Se inició una política sistemática e implacable de exterminio, represión, depuración y "regeneración" de todos los rojos o sospechosos de serlo, avalada ideológicamente por las teorías de fervorosos psiquiatras que abogaban por la higienización de la verdadera raza hispánica.
Sin posibilidad de defensa, los vencidos debieron refugiarse en el silencio, el retraimiento, la pérdida de identidad y la interiorización de la memoria histórica, preocupándose sobre todo de sobrevivir en circunstancias adversas y sin perspectivas de un futuro mejor.
El miedo fue el sentimiento más generalizado, miedo a la denuncia, a la detención, al encarcelamiento y la tortura, y a la ejecución. Un miedo que, junto al hambre, determinó toda una patología social y la necesidad de una resistencia que, pese a su inoperancia, permitió a muchos mantener sus señas de identidad y transmitir su experiencia a generaciones posteriores.
Enrique González Duro Nacido en La Guardia (Jaén), Enrique González Duro lleva más de treinta años de prestigiosa carrera profesional. Considerado uno del so psiquiatras más importantes de España, es colaborador habitual de diferentes medios de comunicación. Ha escrito libros, artículos y docenas de comunicaciones. Entre sus obras destacan Franco, una biografía psicológica, Historia de la locura en España, La locura y los derechos humanos, Biografía interior de Juan Ramón Jiménez, Demonios en el convento, La sombra del general. Qué queda del franquismo en España, Biografía del miedo y Los psiquiatras de Franco. En la actualidad ejerce su actividad en le hospital Gregorio Marañón de Madrid.