Una novela dirigida a adolescentes con el atractivo de las mejores historias de misterio y una ambientación excepcional. Un joven fanático de la fotografía pasa las madrugadas frente a la tapia del cementerio viejo de Vigo retratando a los fusilados con la esperanza de que sus fotos puedan algún día desvelar los horrores sufridos por las víctimas. Pero cuando llega hasta allí una bonita joven que ha sido brutalmente torturada, se destapa una compleja trama en torno a unas láminas que pintó El Bosco durante su estancia en España, y cuyo secreto ha sido celosamente custodiado por mujeres que no tienen más alternativas que el silencio, la muerte o el exilio. A partir de 14 años
Es licenciada en Filosofia Española y Trabajo social, y también estudió derecho. Durante poco fue conocida como poeta por haber ganado el Premio Internacional de Poesía Cálamo. Colaboró en el diario As como cronista deportiva. Posteriormente entró en el mundo del periodismo, en cual que sigue colaborando, y que compagina con su labor literaria. Tiene una hija. Después de escribir novelas para adultos, se adentró en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Con Milú, un perro en desgracia entró en el White Ravens 2001. Con Pendientes, caracoles y mariposas ganó el XIII Premio Ala Delta. En 2004 obtuvo el Premio de la Crítica de Asturias por 'El puente de los cerezos'. Este mismo libro fue seleccionado al año siguiente por las Bibliotecas Nacionales de Venezuela como el mejor libro editado en castellano. Esas mismas Bibliotecas seleccionaron, en 2007, otro libro de la autora, Palabras de pan. Ha obtenido el Premio Destino Infantil Apel, y el Les Mestres 2005 con Witika, hija de los leones. Ganó el IV Premio de la Crítica de Asturias 2003 con El puente de los cerezos.