STRUGATSKI, ARKADI / STRUGATSKI, BORIS
Peces que hablan de coeficientes de refracción, sofás que tienen la capacidad de traducir cualquier idioma, brujas que necesitan pagar cuotas, un administrador de museo que tiene cara y cruz como las monedas, demonios en edad de jubilarse, laboratorios con olor a manzanas recién recogidas, profecías en las que son posible las erratas, ordenadores que piden que no se molesten mientras piensan, un pegamento hecho a base de bilis de parracidas, personas a las que se permite seguir trabajando a título póstumo, animales capaces de conceder deseos y que mueren a causa de las bombas militares... El humor descabellado de los hermanos Strugatski, a pesar de su aparente surrealismo, no da puntadas sin hilo. Este es el libro más divertido de los escritores de ciencia-ficción más importantes de la URSS.
Arkadi Natánovich Strugatski nació en 1925 en Batumi (Georgia), hijo de un crítico de arte y una maestra. Su familia se instaló en Leningrado (actual San Petersburgo) cuando él era niño. Tras sobrevivir al sitio de la ciudad y alistarse en el ejército en 1943, se trasladó a Moscú, donde obtuvo el título de traductor de inglés y japonés en el Instituto Militar de Idiomas. Trabajó como maestro e intérprete en Kansk, en el extremo oriental de la Unión Soviética. Tras ser desmovilizado en 1955 regresó a Moscú, donde empezó a colaborar en revistas y editoriales soviéticas. Fue entonces cuando comenzó su carrera literaria, que se desarrollaría habitualmente a cuatro manos con su hermano Borís. Falleció en Moscú en 1991.