Esta es la turbadora tercera entrega de la serie detectivesca protagonizada por Martin Beck, serie iniciada en los años sesenta e inspiradora de gran parte de la novela negra escrita a partir de entonces. Alguien se dedica a asesinar niñas en los ya no tan pacíficos parques de Estocolmo: las asesina después de haber abusado de ellas. Los ciudadanos están preocupados y temerosos. El inspector de policía Martin Beck tiene dos testigos: un insensible maleante que no piensa hablar y un niño de tres años que no puede decir demasiado. El abnegado trabajo de la policía parece no conducir a ninguna parte, y cada día que pasa, mayor es la probabilidad de que se produzca otro asesinato. Pero entonces Beck recuerda a alguien a quien conoció o recuerda algo que oyó por casualidad. Un thriller de ritmo implacable, que mezcla el más inhumano de los crímenes con la humanidad de los hombres que deben resolverlos. La perseverancia, la frustración y el horror se entretejen en una labor policial tan conmovedora y creíble como cautivadora.
Maj Sjöwall (Estocolmo, 1935) y Per Wahlöö (Gotemburgo, 1926 - Estocolmo, 1975) Sjöwall, que a
principios de los sesenta trabajaba en una importante editorial sueca, conoció al periodista de sucesos Per Wahlöö
cuando este ya había publicado algunas novelas de temática política. La pareja se casó en 1962 e inició una brillante
carrera literaria conjunta, esencialmente dedicada al género negro y criminal. Su producción literaria, que ha sido
traducida a más de treinta idiomas y adaptada para el cine y la televisión, la forman un total de diez novelas
protagonizadas por el comisario de policía Martin Beck.