«Los dioses no nos han concedido el don de la astrología para encadenarnos y llenarnos de miedo, sino para liberarnos.» Estas palabras de Richard Idemon resumen el espíritu del libro y la filosofía de su autor, que opinaba que debemos abandonar la idea de que en una carta astral hay factores «buenos» y «malos», y estaba convencido de que todo tiene su razón de ser y su papel en nuestra evolución como seres humanos: la renuncia y el sacrificio nos llevan a la gracia y la redención, y después de cada muerte viene un nuevo renacimiento. El título de este libro está inspirado en el mito de Ariadna, quien, por amor a Teseo, traiciona a su padre, dando al héroe griego el hilo mágico que lo guía en su viaje a través del laberinto, en cuyo centro habita el Minotauro. Richard Idemon veía la carta astral, símbolo del orden intrínseco en el universo, como un laberinto: una estructura lógica, pero a la vez complicada y esquiva. Los símbolos entretejidos en el horóscopo están hechos de un único hilo que al desenredarlo nos va guiando, como el hilo mágico de Ariadna, a través del laberinto hasta alcanzar el corazón mismo de la carta y de nuestra propia naturaleza, donde mora nuestra sombra, nuestro lado oscuro, al que debemos enfrentarnos para hallar el tesoro que se oculta en las profundidades de nuestro interior.