A pesar de todo lo que se ha hablado y escrito sobre la octava maravilla del mundo, el Monasterio de El Escorial sigue conservando su misterio, una serie de secretos todavía no desvelados que comienzan con la incógnita de por qué Felipe II lo edificó y lo quiso así. Lo indiscutible es que cada una de sus piedras, con su lenguaje mudo y silencioso, transmite el hermetismo con el que fue labrada a todos aquellos que somos sensibles a esta dimensión esotérica. Aroní Yanko, como buena conocedora de la voz oculta en las piedras, hace oír el sonido del tiempo. Gracias a ello interpreta para nosotros y nos desvela aquéllo que celosamente aparece oculto en el monasterio, más fortaleza que palacio. Una guía que sorprenderá al lector por los mensajes esotéricos e iniciáticos que revela.