Con un estilo directo, que en ocasiones hunde sus raíces en el realismo mágico, las autoras de El desván nos transportan a la España de 1959 para narrar no sólo una historia de amor y de intriga, sino también el universo de unos personajes fuertes y llenos de matices, que se ven atrapados en el convencionalismo de la época franquista que les ha tocado vivir. Rocío es una joven de preciosos ojos verdes. De orígenes humildes, quedó huérfana a los cinco años y fue acogida por una familia rica y con influencias en el gobierno que nunca llegó a aceptaxla del todo. El marqués de Villanueva, un hombre inquietante que ejerce una poderosa influencia sobre sus padres adoptivos, da un inesperado giro a su vida al regalarle una casona de caza. Allí, en el desván, Rocío descubre a un hombre herido. Un hombre que, con su ayuda, intentará desvelar un crimen del pasado que el pueblo entero ha guardado en el olvido durante veinticinco años. El misterio, el humor, la sensualidad y el drama se entrelazan en una gran tela de araña que consigue atrapar al lector desde la primera página, sin darle un respira hasta su sorprendente final.