Hace muchos años, en una aldea de China, vivía un coleccionista de piedras. Un día, mientras caminaba buscando ejemplares como siempre, se topó con la más hermosa piedra que jamás había visto. Brillando en el fondo del río, había cierta magnificencia en ella, y hasta parecía estar llamándole. En efecto, la piedra, que poseía poderes mágicos, con el tiempo desarrolló una unión muy fuerte con su dueño. Esta encantadora historia ha sido narrada por numerosas generaciones en China. [Valores] Amor a la naturaleza