STROUD, JONATHAN
Todo empezó aquel fatídico día en que un niñato escuálido y tembloroso se atrevió a invocarme a mí. A pesar del tartamudeo de su voz y del sudor que le empapaba, su orden no pudo ser más clara: tenía que robar el amuleto de Samarkanda a Simon Lovelace
Aunque Jonathan Stroud (Bedford, 1970) empezó trabajando en el mundo editorial, siempre tuvo muy claro que quería ser escritor. Condiciones no le faltan, porque detrás de esta apariencia tranquila y tímida se esconde una portentosa imaginación capaz de inventarse un mundo imposible, poblado de espíritus insolentes y perezosos, magos corruptos y aprendices demasiado impacientes... Ahora ya puede respirar tranquilo porque, después del éxito cosechado con la publicación de la serie de Bartimeo, ha conseguido lo que quería: ser escritor.