Un autor de culto. Una punzante reflexión sobre la existenica del mal y del error. ¿Cómo pudieron conciliar los cristianos la idea de un dios bueno con la presencia del mal en el mundo? Inspirado por los gnósticos, Cioran dedicó en este libro páginas magistrales a esta cuestión, así como al conflicto entre politeísmo y monoteísmo, cuyas repercusiones filosóficas y políticas siguen vigentes. También nos brinda inolvidables reflexiones sobre el suicidio y aprovecha una visita a un museo paleontológico para meditar sobre la banalidad de la existencia. Irónicos y precisos, estos textos exponen el talento de Cioran en toda su adictiva complejidad.«Frente a los discursos felices que nos piden que perseveremos en ser quienes somos, que busquemos la felicidad o que aprendamos de nuestros errores, la vocecilla de Cioran es justo la compañera que buscas en el peor momento de una noche de insomnio».
Sara Barquinero «Cioran es un escritor literalmente insustituible: cuando uno se aficiona a su tono, no consiente reemplazarlo por ningún paliativo».
Fernando Savater «No se consideraba ni filósofo ni escritor, pero logró ser ambas cosas. Su reflexión va inextricablemente unida a un estilo (una literatura) e hizo de su subjetividad su mundo filosófico. Su universo es el de un nostálgico de la mística transformada en un bisturí mortífero».
ABC«A su discreta manera, Emil Cioran se ha convertido en un clásico de culto [...] Pocos como Cioran son capaces de alentarla reflexión y la duda, algo necesario en esta época de ruido y derivas intrascendentes».
La Voz de Galicia «Cioran es el filósofo de la segunda mitad del siglo XX más heterodoxo y original y apasionado, más desgarrador y poético e independiente».
La Razón «Cioran fue un ogro exquisito y adorable».
El Cultural
E.M.Cioran
(1911-1995), hijo de un pope de la iglesia ortodoxa, nació en Rasinari. Cursó estudios secundarios en Sibiu y después estudió filosofía en Bucarest. Se licenció en 1932 con un trabajo sobre Bergson. Durante el año 1933, escribió su primer libro, En las cimas de la desesperación, publicado al año siguiente en Rumania. En 1936-1937 fue profesor de filosofía en un liceo de Brasov y en 1937 obtuvo una beca del Istituto Francés de Bucarest para hacer el doctorado en París, donde residió desde entonces. En 1939 viaja por última vez a su país. Durante años llevará una vida de «seudoestudiante» matriculado en la Sorbona y se dedicará a leer, escribir y recorrer Francia en bicicleta. En 1946 renuncia a su nacionalidad y adopta el estatuto del apátrida. Un año después abandona el rumano y, con Breviario de Podredumbre, inicia la serie de sus obras escritas en francés, lengua que llegaría a hacer tan suya como el propio rumano.