"Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores" va recorriendo la vida de su protagonista, desde su juventud hasta la madurez, a la espera del cumplimiento de un amor que nunca llega a materializarse. A lo largo de sus actos, García Lorca despliega un lenguaje y una sensibilidad tan íntimos como bien perfilados, en los que todo parece colmarse de una poesía discreta que, sin embargo, está dotada de una arrolladora fuerza de expresión.
Federico García Lorca hijo de un rico propietario y de una maestra, vivió una infancia rural a la que sumó una completa formación. Se trasladó a Madrid, donde se alojó en la Residencia de Estudiantes y conoció a sus compañeros de generación y a muchas figuras del panorama artístico. En este ambiente conoce las Vanguardias, pero su personal sensibilidad sobrepasa las modas y triunfa definitivamente con su emblemático Romancero gitano. Tras vivir una enriquecedora temporada en Cuba y Nueva York (el impacto de esta ciudad da lugar a Poeta en Nueva York), vuelve a España. Durante la República, dirige la compañía La Barraca, grupo teatral universitario con el que llevó el teatro clásico por todos los rincones de España. En 1933 visita Buenos Aires, donde sus dramas obtienen gran éxito. De regreso, Lorca, que es ya poeta de éxito, manifiesta públicamente sus ideas de izquierdas; este hecho lo pone en el punto de mira de los nacionales que lo asesinan nada más estallar la guerra civil, dos meses después de terminar La casa de Bernarda Alba. Otras obras destacadas del autor son Poema del cante jondo, La zapatera prodigiosa, Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, Mariana Pineda y El público, todas ellas publicadas en Austral.