Estamos tan acostumbrados a vivir en ella, que la casa se da por sobreentendida, como el respirar o el comer. Para la autora, la casa como elemento físico, puramente arquitectónico, con un origen claro gracias a la arqueología y a la etnografía, supone un paso adelante en la historia de la humanidad, y ha llegado a alcanzar un significado filosófico, moral, incluso lingüístico.
Amelia Pérez de Villar es escritora y traductora. Traduce habitualmente del inglés y del italiano para editoriales como Fórcola, Galaxia Gutenberg, Capitán Swing, Gallo Nero, Páginas de Espuma, Ariel, La Fuga, o Impedimenta. Como escritora ha publicado prólogos, relatos y artículos en diferentes ediciones y traducciones, antologías y libros colectivos, como en Hijos de Babel (Fórcola, 2013), y colabora en revistas y suplementos culturales, como Litoral, Cuadernos Hispanoamericanos o El Cultural. En Fórcola ha publicado Dickens enamorado: Un ensayo biográfico (2012); el ensayo Los enemigos del traductor (2019); y las novelas El pulso de la desmesura (2016), y Mi vida sin microondas (2018). Ha sido Vocal de relaciones con los medios de comunicación de ACE (Asociación Colegial de Escritores).