Una muchacha que tiene un idilio con el viento; un chaval que se cartea con su padre muerto; un adolescente que descubre el poder transformador del amor y otro que atraviesa el complejo misterio del sexo en su primera relación; un grupo de chicas que, tras acosar con infinita crueldad a una compañera, acabarán por descifrar su íntima grandeza. Tales son algunos de los personajes que transitan por estos cuentos. Todos ellos son «dioses de quince años», adolescentes atrapados en esa edad en que el cuerpo crece demasiado deprisa y el alma demasiado despacio, y la arrogancia se alía con la confusión. Tan inmortales como frágiles, tan sabios como ingenuos, los visita la gracia, pero se sienten desgraciados; son a todas luces hermosos, pero se ven a sí mismos feos. Y lidian con esa perplejidad sometiéndose a la dictadura de lo real, pero volando también a donde los lleva la fantasía.
Fernando Villamía Ugarte es catedrático de instituto de Lengua y Literatura Españolas, y escritor. Desde siempre ha sentido la necesidad de agregar al mundo algunos personajes de ficción, algunas vagas quimeras y el orden suntuoso de los sueños. Por eso escribe. Aunque la mayor parte de su producción se ciñe al relato corto, también cultiva la novela. Ha obtenido numerosos premios literarios. Entre los más destacados, en lo que al ámbito del relato se refiere, cabría mencionar algunos como el XXX Concurso Hucha de Oro (2002), el Premio Gabriel Miró (2008), el Premio Internacional de Cuentos Max Aub (2013), el Premio Internacional de Relato Corto Encarna León (2013), así como el Premio Tierra de Monegros (2014) o, de forma más reciente, el Premio de Relatos Antonio Segado del Olmo-Villa de Mazarrón, en su última edición (2015). En el ámbito de la novela, su obra Judith y Holofernes (2008) resultó recompensada con el Premio Felipe Trigo y otra de sus obras resultó finalista del último Premio Azorín de novela.