Los Diarios indios incluyen tres cuadernos. Jaisalmer y Bangalore fueron escritos, respectivamente, en 1992 y 1996 y exploran la desorientación que supone franquear los propios límites y la dureza de la compasión. Benarés, el último cuaderno y el más extenso, es cronológicamente la continuación dé Filosofía en los días críticos (PreTextos, 2001). 48 ghats, la primera parte, es un peregrinaje o via crucis por la orilla del Ganges: La segunda, Diario de Benarés, describe el itinerario de una conciencia observadora que acaba siendo objeto de su propia observación. Los cuadernos que componen este libro no son crónicas de viaje. Tampoco son el resultado de un experimento antropológico, ni mucho menos se proponen fomentar una espiritualidad exótica. Dan cuenta tan sólo de un punto de vista, o más bien de un punto de estar, un punto en el que puede estarse para, desde la mayor extrañeza, atemperar el juicio que precede, siempre, a la experiencia, y procurarle a la mirada, dentro de lo posible, un medio de neutralidad. Identificares con los propios estados mentales es la condición natural del ser humano. observarlos no es propio de esa condición, es el resultado de un entrenamiento, algo así como un ejercicio de esquizofrenia controlada. La escritura de mis diarios no es sino el testimonio de una voluntad comprometida en ese empeño. son una obra en marcha que terminará al tiempo que mi capacidad de observarme y dar cuenta de ello.
Chantal Maillard nació en
Bruselas en 1951 y reside en Málaga desde 1963, y actualmente también vive en
Barcelona. Es doctora en filosofía y profesora titular de estética y teoría de
las artes. Hasta el año 2001 impartió docencia en la Universidad de Málaga. Ha
vivido largas temporadas en Benarés, donde se especializó en filosofía y
religiones indias. Colabora regularmente en el suplemento cultural de El País. Ha cultivado el ensayo y, en
textos como Diarios indios o Husos y Notas al margen, la confluencia
de géneros. Como poeta, ha publicado, entre otros, los volúmenes Poemas a mi muerte (1994, Premio
Santa Cruz de La Palma), Hainuwele
(1990, Premio Ricardo Molina), Conjuros (2001), Lógica
borrosa (2002) y Matar a
Platón, que obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2004.