MARTÍNEZ, ELENA / PIRANDELLO, LUIGI
«Oí gritar durante toda la noche, y a una determinada hora, profunda y perdida entre el sueño y la vigilia, no habría ya sabido decir si aquellos gritos eran de animal o humanos. A la mañana siguiente vine a saber por las mujeres del vecindario que había sido la desesperación de una madre (una tal Sara Longo), a la que, mientras dormía, le habían robado el hijo de tres meses, dejándole a cambio otro. ¿Robado? ¿Y quién se lo ha robado? ¡Las Mujeres ! ¿Las mujeres? ¿Qué mujeres? Me explicaron que las Mujeres eran unos espíritus de la noche, brujas del aire.»