En un estilo claro y directo, como gusta a las jóvenes de hoy, describe Quoist la evolución de Ana María. Nuestra protagonista narra sus impresiones y razonamientos, a veces a medio hacer, durante el período de su vida que va de los 15 a los 18 años.
A medida que nos vamos adentrando en la lectura de la obra asistimos al progreso de Ana María: de ser una adolescente sensible, indefinida y descontenta de sí misma, llega a convertirse en una joven autónoma, con criterios propios, encarando una personal vida de mujer.
Podríamos afirmar que esta obra es, en cierto sentido, un tratado de psicología femenina en el que hallamos toda la profundidad de un verdadero estudio y toda la amenidad e interés de una vida concreta con intensidad.
Desfilan ante los ojos del lector los problemas de los adolescentes en general: relaciones con los padres, conflictos sexuales, educación sentimental, amistades, estudios, porvenir, vida religiosa, etc. El tiempo no ha hecho perder interés a estos diarios.
Michel Quoist (1918-1997) se empleó como aprendiz a los 14 años y descubrió la JOC (Juventud Obrera Cristiana). Años más tarde fue ordenado sacerdote, cursó estudios en el Instituto de Ciencias Sociales y Políticas de París y fue iniciador del método de encuesta urbana, una revolución sociológica.