Aun declarándose al margen de los «romançes» y otras manifestaciones de la poesía popular, el Marqués de Santillana es autor de la obra lírica más variada y ambiciosa de su siglo: con sus serranillas cambió para siempre la pastorela; ofreció muestras perfectas de todos lo géneros, desde la canción de amor breve y delicada hasta el largo decir alegórico de tema funerario; y aún procuró abrir nuevos caminos con la primera colección castellana de sonetos «al itálico modo». Su maestría en la composición de los grandes decires narrativos, escritos casi siempre bajo el signo de Dante y Petrarca, llega a su grado máximo en la Comedia de Ponza, dramática visión alegórica del tema más obsesivo de su tiempo: la Fortuna. Régula Rohland de Langbehn ha reunido en este volumen, completas, todas las piezas capitales del Marqués (incluido el célebre Proemio en prosa), estudiando con aporte de novedades la compleja transmisión del texto y resolviendo en las notas las muchas dificultades de su sentido literal.
Marqués de Santillana (Carrión de los Condes, Palencia, 1398 - Guadalajara, 1458). Se llamaba Íñigo López de Mendoza. Ejemplo de la unión de las armas y las letras, participó de lleno en las luchas políticas de su época, primero contra el rey Juan II y luego a su favor; fue enemigo acérrimo de don Álvaro de Luna, el célebre privado del rey. Hombre de gran cultura, siguió las corrientes literarias de su tiempo. En sus obras se trasluce una visión pesimista del mundo y del hombre, presidida por el sentimiento de inconsistencia de la vida.