«¡Me has matado, zorra! ¡Serás mamona!» Estar muerto es un asco. Igual que estar no muerto. Y, si no, que se lo pregunten a Thomas Flood, que, al despertarse tras la noche más fantástica de su vida, descubre que su novia, Jody, es un vampiro. Y ¡sorpresa! Ahora él también lo es. Lo del mordisco habría hecho romper a muchas parejas. Pero Tommy y Jody están enamorados. Lo malo es que corre el rumor de que el chupasangre que mordió a Jody no debía reclutar más miembros para el club. Y lo que es peor: los antiguos compañeros de bolos de Tommy andan tras él, enviados por una prostituta de Las Vegas teñida de azul a la que llaman Blue (cómo no). Y esa sí que es una mamona. Christopher Moore, que convirtió las Navidades en un hilarante baile de zombis y ángeles en El ángel más tonto del mundo e iluminó con su vis cómica ese país ignoto que es la muerte en Un trabajo muy sucio, regresa ahora con una historia de amor vampírico que rompe moldes.
Christopher Moore es originario de Ohio, aunque en la actualidad vive a caballo entre Hawái y California. Este autor de best sellers, cuyos libros entran a formar parte de inmediato de la lista de los más vendidos de The New York Times, ha publicado doce novelas, y ha vendido los derechos cinematográficos de la mayoría. Entre sus grandes éxitos están La sanguijuela de mi niña, ¡Chúpate esa!, El ángel más tonto del mundo o Cordero, publicadas por La Factoría de Ideas. Su característico humor mordaz y políticamente incorrecto le ha valido comparaciones con escritores satíricos como Swift o Kurt Vonnegut, entre otros.