RULFO, JUAN
Dice Alberto Vital en el prólogo: ?Los papeles de un gran escritor tienen, sí, carácter de documentos?. Para él, permiten responder a una pregunta: ?¿cómo es que Rulfo escribió esas trescientas páginas que Gabriel García Márquez ha puesto a la altura de las de Sófocles, esto es, de uno de los hombres que contribuyeron a fundar la civilización??.
En enero de 1945 Rulfo escribe: ?No sé lo que está pasando dentro de mí; pero a cada momento siento que hay algo grande y noble por lo que se puede luchar y vivir. Ese algo grande, para mí, lo eres tú. ? Estuve leyendo hace rato a un tipo que se llama Walt Whitman y encontré una cosa que dice:
El que camina un minuto sin amor,
Camina amortajado hacia su propio funeral.
Y esto me hizo recordar que yo siempre anduve
paseando mi amor por todas partes,
hasta que te encontré a ti y te lo di enteramente?.
Juan Rulfo se ha convertido en un hito en la historia de las letras hispánicas contemporáneas. Pocas veces una obra tan corta ha dado a su autor fama tan universal e indiscutida como la del escritor mexicano. Nacido en Sayula, en el estado de Jalisco, durante su infancia vivió las revueltas campesinas y cristeras, especialmente violentas en su región natal, lo que tendría una profunda influencia en su posterior quehacer literario. Éste se inició en la revista Pan, donde aparecieron sus primeros cuentos. En 1953 publicó El Llano en llamas, colección de relatos que en sucesivas ediciones reunió los dieciséis que hoy se dan en el presente libro, y en 1955 la novela Pedro Páramo. Este volumen constituye, pues, la obra fundamental de Juan Rulfo. El escritor mexicano, que falleció en 1986, obtuvo el Premio Príncipe de Asturias en 1983.