Es patente el desconocimiento de nuestra historia naval por el gran público, pero a la vez se aprecia una creciente demanda para cubrir ese déficit. En este trabajo se dan a conocer las gestas realizadas por dos grandes marinos que tuvieron como elemento común, la desgracia de enfrentarse en sus últimos años de vida con el gobierno y, por ello, de finalizar sus días en prisión o desterrados. Si nuestros más relevantes marinos como el marqués de Santa Cruz, Menéndez de Avilés, Jorge Juan o Blas de Lezo, no son todo lo conocidos que se desearía, imaginemos los de estos dos personajes, cuyos nombres quedarían proscritos a su fallecimiento por orden superior. Fadrique Toledo ocupó el cargo más importante de la Marina en la primera mitad del siglo XVII, capitán general del Mar Océano. Alejandro Malaspina, el llamado Cook español, lideró con su circunnavegación el aspecto científico de la Ilustración. Para llevar a cabo esta obra se ha tenido la fortuna de contar con numerosas fuentes primarias, gracias a las facilidades del Archivo del Museo Naval de Madrid y de la Fundación de la Casa de Medina Sidonia en Sanlúc
CARRERA NAVAL En 1962 ingreso en la Escuela Naval Militar, saliendo Alferez de Navio en 1967 De 1967 a 1981 embarco en diferentes buques de superficie de la Armada. En 1982 mando el Dragaminas Ulla en Palma de Mallorca. De 1982 a 1989 especialista en electronica y analista de sistemas. Profesor en la Escuela de Electronica de la Armada en Vigo, Jefe de Instruccion en la Escuela de Suboficiales y Segundo comandante del Destructor Alcala Galiano. De 1989 a 2003 jefe del Departamento Naval en la