GUÉNON, RENÉ
René Guénon analiza en esta obra el origen y la naturaleza del conflicto entre la autoridad espiritual y el poder temporal o, dicho en términos más acordes con la actualidad del mundo occidental, entre la Iglesia y el Estado, en tanto que fenómeno más o menos universal, presente en todas partes en la época histórica.
Para Guénon, como para el pensamiento «esotérico» de todos los tiempos, el orden humano no es sino la expresión del orden cósmico, reflejo, a su vez, del orden divino, pues una rigurosa relación de semejanza o analogía preside la relación entre todos los niveles del ser. En consecuencia, las relaciones entre autoridad espiritual y poder temporal son análogas a las existentes entre el conocimiento y la acción. Para el esoterista francés, que desarrolla aquí un análisis metafísico ?que no histórico? del problema, la necesidad de subordinación del poder temporal a la autoridad espiritual se deriva directamente de la necesidad de subordinar la fuerza a la sabiduría o la materia al espíritu.
Es ésta la obra con más implicaciones políticas y sociales de toda la bibliografía guenoniana y, como tal, susceptible de provocar la polémica ?quizás en algunos hasta la indignación?, pues los presupuestos metafísicos de Guénon no pueden dejar de oponerle frontalmente a las actuales tendencias igualitarias; un igualitarismo que ?como él diría? sólo iguala nivelando en mediocridad y que suprime diferencias reduciendo a los hombres a unidades idénticamente mecanizadas en el Reino de la cantidad.
René Guénon, figura clave de la historia del esoterismo contemporáneo, autor que suscita adhesiones inquebrantables y rechazos igualmente vehementes, es autor de obras como Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada, El reino de la cantidad y los signos de los tiempos, Autoridad espiritual y poder temporal La crisis del mundo moderno, El rey del mundo y La gran tríada, todas ellas también publicadas por Paidós.
Gran estudioso de las doctrinas orientales y de las religiones, se esforzó por aportar a Occidente una visión no simplista del pensamiento oriental, especialmente de la India y por su defensa de las civilizaciones tradicionales frente a Occidente. Destaca su crítica a la civilización occidental desde presupuestos metafísicos y no ideológicos ni políticos. El estudio de sus libros sobre el hinduismo es indispensable para todos aquéllos que quieran profundizar en dicha tradición.